Espodumena, la Perfección Rosada

Espodumena, esta piedra preciosa es la perfección rosada; así la describió el escritorio irlandés Oliver Goldsmith.

Los gemologos, especialistas en piedras preciosas describen el color de la espodumena como rosa, violeta azulado, violeta, violeta rojizo, rojo púrpura o violeta rojizo. El tono de esta piedra normalmente se encuentra entre el rosa pastel y un rosa orquidea intenso, y en un principio se la llamó "Iris de California".

Esta piedra preciosa se encontró por primera vez en 1902 en California, y se la llamo según su descubridor George Frederick Kunz, un mineralogo autodidacta, que trabajó entre otros para la compañía Tiffany & Co y ya a la edad de 23 años tenía publicado un exitoso libro sobre piedras preciosas.

Esta joya es una piedra muy femenina por su color, y cómo fue hallada por primera vez en el siglo XX no se asocia ningún mito o leyenda con ella.

Sin embargo es una piedra muy romántica, y por su color se asocia con el chakra del corazón.

Esta piedra tiene trazas de hierro, cromo y manganeso, qué es el responsable de su color rosado y violeta.

El criterio más importante para definir la calidad de la espodunena es su brillo, y por eso son más valoradas las piedras que tienen un brillo de tono más oscuro e intenso. Se suelen tallar en diferentes formas.

Una cualidad especial de esta piedra es su "fosforescencia" ya que con poca luz trasmite luz violeta, y como prácticamente una vela basta para iluminarla se la considera una piedra de noche que queda muy bien como adorno de joyería en cenas, por ejemplo.