El lapislázuli es la piedra preciosa más valorada en la antigüedad durante el Imperio Persa y que aparece en la epopeya mítica del Gilgamesh.
Era muy valorada también por griegos y egipcios,y más tarde por judíos, cristianos, budistas y musulmanes.
El lugar de la procedencia de los primeros lapislázuli era el norte de Afganistán. En este lugar se encontraron hace más de 7.000 años las primeras piedras preciosas del mundo. Naturalmente existen muchos otros lugares de procedencia de esta piedra en el mundo, aunque este de Afganistán es el lugar más conocido tradicionalmente y de mayor fama mundial.
Durante la antigüedad el Lapislázuli de Afganistán se exportaba ya a China, India, Roma, Grecia, incluso Japón. También Marco Polo describe esta bella piedra en la crónica de sus viajes.
El nombre originario de esta piedra era azur. El nombre lapislázuli proviene del latín que significa piedra azul o de cielo.
En la antigüedad esta piedra era muy bien considerada en varias mitologías, y se creía que tenía propiedades místicas, de sanación y purificadoras. Era tan valorada como el oro. Además de los textos persas, la Biblia y el libro egipcio de los muertos también mencionan este mineral.
En la antigua ciudad sumeria de Ur se han encontrado más de 6000 lapislázuli de exquisita calidad en perlas, estatuillas, utensilios, sellos, tumbas...
En Egipto hace 5000 años era tan valorada y tan utilizada que se empleaba en ceremonias religiosas, como adorno personal e incluso como sombra de ojos.
Los romanos y los griegos copiaron este uso de los egipcios. Los romanos consideraban a esta piedra un trozo caído de la bóveda celeste.
También en alquimia se utilizó después como pigmento colorante y medicina.
Es difícil encontrar una piedra preciosa de un color tan puro e intenso, y a la vez tan importante dentro del mundo de la mitología.
El lapislázuli es una joya que a la vez es relativamente económica en cuanto a precio y difícil de encontrar, con una larga historia de producción a lo largo de los siglos desde la antigüedad.
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